Para dirigentes universitarios, el movimiento que por estos días pregona Vlado Mirosevic a lo largo del país, no es nada más que un nuevo referente universitario que, como tal, tendría toda la libertad de existir en forma paralela a las federaciones de estudiantes y a la Confech. Para eso es la democracia, argumentan.
Sin embargo, su visión es algo distinta. Mientras el nuevo movimiento pretende abordar temas como el futuro laboral, saturación de carreras y emprendimiento -dejando el de acceso y financiamiento a otros grupos-, los actuales dirigentes aseguran que es imposible disociar y dividir el contexto de la educación superior. El presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad del Bío Bío, Luis Reinoso Pino, comentó que la crisis del financiamiento y las peticiones de los estudiantes de mejorar esta situación, están relacionadas con el tema de la empleabilidad futura. “Nosotros no pedimos mejor infraestructura, mejor docencia, mejor equipamiento por nada. Pedimos eso, precisamente, porque queremos recibir la mejor formación para nuestro desempeño en el mercado laboral. Se trata de demandas que van unidas y me extraña que alguien las divida”, comentó.
Dijo que no es posible obtener esta formación de calidad sin preocuparse de obtener financiamiento. Razón de sobra para movilizarse en la búsqueda de los recursos necesarios, “en un contexto marcado por el temor de los alumnos de no tener un futuro laboral definido con ingresos más seguros”.
Una opinión similar manifestó el actual vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción (y presidente de la FEC entre 2003 y 2004), Franco Quidel Mora. El dirigente agregó que el contexto de la educación superior es uno solo y que si existen temas reiterativos en la agenda de las federaciones, “es simplemente porque no se han resuelto, como la equidad y el financiamiento. De todas formas es bueno que hayan otros referentes más preocupados de la saturación de las carreras, porque es un tema en que existe pleno consenso”, afirmó.
Mercado saturado
Las preocupaciones de Vlado Mirosevic no son infundadas. En los últimos años han surgido críticas de diversos sectores ante la sobreoferta académica, la explosión de sedes universitarias y la ampliación de la matrícula, lo que ha derivado en la saturación del mercado laboral y en el ocaso de algunas carreras. Con más de 60 universidades, un número similar de institutos profesionales y más de 100 centros de formación técnica; no es de extrañar que exista preocupación y que ciertos grupos deseen fomentar sistemas de acreditación de la calidad, así como una formación de profesionales orientada al emprendimiento y al trabajo independiente.
Más aún. La propia ley de financiamiento establece que, para efectos de entregar los créditos con aval del Estado, se privilegiarán ciertas carreras de acuerdo a sus posibilidades en el mercado laboral. Una situación compleja considerando que hoy existen 600 mil alumnos en educación superior y que se esperan 800 mil para 2010, y un millón para el año 2012.
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