Pedro Martínez el destacado Científico Chileno, el año 2035, en una charla en la Universidad de Cambrige cuenta su historia desde niño para llegar a ser científico. Su publico son estudiantes de Biotecnología de los últimos años de la carrera.
Toda mi infancia y adolescencia estudie en un liceo publico en Chile. Mis abuelos habían llegado a una pequeña ciudad en la frontera con Perú, al norte de mi país, en busca del bienestar que traía el Puerto Libre de Arica. Mis abuelos llegaron muy jóvenes y fueron testigos de como una comuna pequeña como Arica, se había transformado en la joya del Norte Chileno.
Fue en ese bienestar en donde mis abuelos tuvieron a mi padre. Una ciudad con trabajo, con industrias y grandes marcas. Una ciudad atractiva para familias de clase media y baja que quisieran encontrar un trabajo estable. La historia de mi madre es muy parecida, aun que su familia siempre vivió en el norte.
Cuando mis padres crecieron y se casaron, vieron el ocaso del bienestar. Se cerro el puerto libre impuesto por el Presidente Carlos Ibáñez del Campo, y poco a poco las grandes marcas buscaron otras ciudades más atractivas para sus utilidades.
Cuando crecí y desde cuando tengo conciencia de mi existencia, recuerdo una ciudad nostálgica de su exitoso pasado y su triste presente. Una ciudad muy provinciana, nadie salía mucho y en el centro de la ciudad la gente se saludaba. Recuerdo los titulares recurrentes del diario local “Mueren 5 personas en accidente”, “Sube el desempleo”, “Suicidio de joven”
Recuerdo haber ayudado a mis padres a colgar banderas negras los días domingos para protestar contra el gobierno y su olvido con la ciudad. Cuando fui creciendo en el liceo veía la desolación de mis compañeros, la desesperanza de ser joven en una ciudad con pocas expectativas.
En el 2007, cuando ingrese a la enseñanza media, recuerdo haber escuchado a las autoridades locales que visitaron mi Liceo y que dijeron que pondrían acceso a Banda Ancha en todos los liceos públicos de la ciudad. Cuando joven nunca entendí mucho de política pero por lo general veía puras peleas de corto plazo que no me interesaron, pensé que esta era una de esas y a lo mas pensé usar mas seguido el MSN, un sistema instantáneo para comunicarse con tus contactos que se usaba en aquellos años, y que de vez en cuando usaba en casa de un amigo, yo no tenia conexión en mi casa.
Nunca vi mayor oportunidad en el uso de la Banda Ancha, hasta que mi profesora jefe, Patricia Olmedo acepto ser la profesora coordinadora de la banda ancha en mi liceo. Cuando ella comenzó a hacerme clases en los nuevos laboratorios, yo pocas veces antes había usado un computador, menos para los propósitos que mi profesora tenia pensado. Estas clases eran formación en los aspectos técnicos de Internet, pero por sobre todo era una guía para su uso.
Recuerdo que las clases eran en las tardes en la ultima hora pedagógica. Yo y algunos de mis compañeros comenzamos extrañamente a quedarnos hasta mas tarde en los laboratorios. Cuando llegaba a casa mis padres me preguntaban cuál era esa materia donde me quedaba después de clases, cosa que nunca hice en otra materia. Algo en mi comenzó a moverme apasionadamente que hacia que no me interesaran los recreos ni colaciones.
Cada vez que me metía al computador del liceo se me abría un mundo de posibilidades, aprendía mas y más. En poco tiempo me convertí en uno de los mejores buscadores en Internet de mi curso, sabia encontrar cualquier contenido. Cuando llegaba la clase de historia sobre la guerra fría, yo ya había leído muchos textos y había visto los videos de Gorbachov dando termino a la URSS. Había escuchado los audios de las radios de aquellos años, todo esto gracias a estar conectado con banda ancha en mi liceo.
Mi profesora Patricia, estaba impresionada y me pidió ser su ayudante para enseñarles a mis compañeros que se quedaban atrás. Luego de unas semanas pidió hablar con mis padres, algo estaba pasando. Cuando llegaron mis padres al liceo, ella les comento que yo interrumpía a los profesores en clases para hacerles correcciones de lo que enseñaban, y cuando los profesores preguntaban como sabia yo eso, yo les respondía: Wikipedia una enciclopedia gratis en internet u otros sitios tematicos.
Algunos profesores me odiaban por usar Internet para aprender mas y otros menos hostiles me invitaban a disertar sobre mis aprendizajes. Finalmente mi profesora le dijo a mis padres que había subido mis notas, ya que nunca fui buen alumno y que era un potencial. Mis padres acostumbrados a ser llamados por malas conductas de su hijo, se miraron y no podían entenderlo.
Cuando les explique que había encontrado un mundo en Internet, ellos desconfiados rieron. La computación era algo que mi madre tuvo que aprender para no perder su empleo de secretaria, pero jamás se imaginaron que podía usarse para educar.
Mis notas mejoraron y para colmo de mi ego adolescente deje de ser una excepción en mi curso y liceo. Al cabo de un año y medio, la gran mayoría había mejorado sus notas y había descubierto un mundo de posibilidades para aprender de forma entretenida y dinámica. Luego mis padres hicieron un esfuerzo económico y me premiaron con Banda Ancha en la casa. En aquellos años la Internet era un servicio pagado que otorgaban las compañías telefónicas, no era un derecho publico tener conexión como hoy.
Gracias a mi profesora Patricia y a mi profesor de Biología, quien también se metió en este mundo, fui capaz de ser el científico que soy hoy en día. No porque me hayan entregado el conocimiento y la capacidad que tengo hoy, sino porque ellos me pusieron en un cohete, donde comencé leyendo pequeños textos por Internet en el liceo y termine volando completamente por la red.
Al punto que mi profesor de Biología me puso en contacto con estudiantes de Biotecnología de España. Al inicio hablábamos una vez al día, y terminamos conectados todos los días. Creamos una comunidad de estudio virtual. Yo aun no salía del liceo y ellos estaban en segundo de universidad. Fue la experiencia más grande de mi vida, en la noche no podía dormir, creaba y creaba. La banda ancha junto a mis profesores me hicieron apropiarme de lo que estudiaba y me tome el rol aprendiz de científico.
Al terminar mi enseñanza media, ingrese a una universidad publica en Arica, la que hoy es la mas prestigiada por formar estudiantes emprendedores en Latinoamérica. Al cabo de mi segundo año en la universidad, mi amigos Españoles ya habían egresado de la carrera y uno de ellos se quedo de académico en la universidad. Un día me llego un correo de el ofreciéndome una beca para continuar mis estudios en Barcelona y trabajar como su ayudante. Luego hice mi Doctorado en EEUU y me convertí en el biólogo Chileno más prestigioso.
Al parecer algo de exitoso fui, pero no fui el único de mi generación. Muchos ariqueños se han destacado en mi país, algunos en el arte, otros en la empresa y otros desde la política. Hoy la ciudad nostálgica de la que les hablaba, cambio. Al parecer basto que una generación se creyera el cuento para poner a la educación en un cohete. La banda ancha nos conecto con el mundo, a mí y muchos nos conecto con lo que queríamos ser. Seguramente sin mis profesores y la conexión con el mundo, jamás abría sido lo que soy. Por la población en que nací, en la familia que nací, en la ciudad que nací, nunca hubiese imaginado este futuro. Por todo esto estoy muy agradecido a mi patria, desde el lugar del mundo donde estoy le abro posibilidades a chilenos. Trabajo por Chile desde muchos lugares.
Quiero terminar diciendo que yo he aprendido que las tecnologías no son cables ni maquinas coordinadas, son posibilidades para los seres humanos y en mi ciudad sirvieron para disminuir la desigualdad.
Vlado: Por medio del "cuento" es fácil imaginar como las tecnologías que se encuentran a la mano nos podrían proporcionar una manera de desarrollarnos como personas y como país. Yo personalmente choque con este mundo que (sorprendentemente) de base constitutiva tiene mucho de humano. Lo que en un principio podría ser alienante pasó a ser todo lo contrario, de la desconfianza a una forma de expresión y de aprendizaje. Con un poco de atención sobre el fenómeno uno enseguida se da cuenta de que es sumamente importante ingresar en él. Gracias Vlado.
Vlado:
Buena idea la de ilustrar la importancia d la banda ancha mediante un relato ;)
Siii! es genial todo lo que se puede lograr si se aprovecha bien lo que la banda ancha t ofrece.
Pero creo q muchos jóvenes lo ven más con un fin d entretención q de educación, más cmo una máquina o una herramienta que un mundo de posibilidades, Y ¿cmo hacer para cambiar esa limitada visión que muchos poseen?
Saluds!
Banda ancha para todos, manga ancha para nadie!!!
Bonito, sinceramente bonito.
Me encantó el cuento, como ariqueño hay muchos puntos que me llegan.
Muy didáctico. Ahora que solo debemos usar el cuento como manual para crear el futuro ;-)
Jaja. Saludos Vlado
Muy buen cuento!
Quedo genial este cuento, ojala que en el futuro muchos puedan contar algo como esto. Ojala que muchas ciudades tomen iniciativas como Puerto Montt donde hoy la internet es gratais para todos, eso podria contribuir a que contemos este cuento en el futuro
Bueno, como lo imaginaba, ahora que sabemos donde llegaremos el foco de lucha se hace más claro.
Saludos
Hola Vlado. Leí tu cuento en el sitio de Fernando Flores y de verdad me pareció más que un cuento, lo tomo casi como un objetivo, para que lo que hoy es narrativa-ficción, mañana sea una meta cumplida.
Ahora, a trabajar por eso!
Un abrazo
Carlos Verdugo
Me ha encantado Vlado. Bien escrito y bien pensado. Se nota que tienes, como se dice por Sevilla, la cabeza muy bien amueblada.
Hola Vlado!
Aunque es lindo el relato, me parece un tanto utópico, y no quiero ser agua fiestas, ni nada por el estilo. La idea es linda, pero no puedo decir más. Internet es útil, pero así como mucha gente puede acceder a ella, mucha gente sube materiales contradictorios y hasta falsos. Creo que para poder aprovecharla al máximo, primero que nada uno tiene que tener la cabeza bien posicionada, con opiniones propias sobre uno, el mundo, la historia, ¡la política! Lo que se dice "mente crítica" para discernir entre qué creer y qué no (obvio eso depende mucho de cómo es criado cada uno...). Pero, bueno, eso me parece a mí, que soy una entre tantos millones.
Muchos saludos!!,
Judith.